Escuela Canina Selva

Llevamos a nuestra perra a estas clases con la intención de resolver problemas puntuales como los tirones de correa y las mordidas frecuentes durante el juego y otras situaciones. Sin embargo, las clases se enfocaron en enseñarle a sentarse , echarse, pasar entre las piernas, entre otros ejercicios que poco o nada tenían que ver con los motivos por los que habíamos comenzado.

Al expresar nuestro descontento, nos responsabilizaron por no entrenar lo suficiente en casa. Cuando realmente seguimos sus indicaciones y entrenamos todos los días. Clase a clase se demostró que nuestra perra entendía perfectamente los comandos enseñados. Incluso en una oportunidad, una de las adiestradoras no logró captar su atención en toda la clase —algo que atribuyó al hecho de que es un Beagle, una raza muy sensible a estímulos—, lo cual refuerza nuestra idea de que no todos los métodos aplicados fueron adaptados a su carácter. Y aunque no hayamos tenido clase, se les pagó igual.

A pesar de haber demostrado avances claros con los ejercicios propuestos, nos responsabilizaron por no haber comprado una correa de 5 metros a tiempo, aunque esto no tenía relación con el comportamiento que queríamos corregir.

En resumen, las clases son generales y poco personalizadas. Si algo no funciona, la culpa siempre recae en el dueño, en lugar de evaluar si el enfoque del entrenamiento fue el adecuado.

Decepcionados.

Quiero compartir mi experiencia como alumna de esta escuela, ya que me parece importante que otras personas interesadas en el adiestramiento canino sepan a lo que se exponen.

Durante las clases presenciales, fue común que se fumara (tabaco ),mismo en las clases virtuales, lo cual me pareció totalmente inapropiado en un espacio de formación. Además, se hablaba despectivamente de otros profesionales del rubro canino y otros, (frases como “conozco un veterinario y etólogo de 23 años pero no le creo nada por su edad” “a un piloto que no sabe explicarme como esa cosa esta en el aire con palabras faciles yo no le creo nada “) algo que me resultó poco ético y nada profesional.

En cuanto al contenido del curso, me decepcionó mucho. El profesor pasa gran parte del tiempo hablando de sí mismo y de su vida personal (cosas como “yo mido 1,90” “porque mi dogo argentino”) dejando de lado los temas que realmente importan para la formación. Él mismo se define como egocéntrico, y sinceramente, se nota: la mayoría del tiempo está centrado en su ego más que en enseñar.

No recomendaría esta escuela a quienes estén buscando una formación seria, respetuosa y comprometida con el bienestar animal y el desarrollo profesional real.

Generalmente a los que le dan un feedback no positivo en vez de tomarlo para crecer y crear una mejor versión porque cada día todos estamos aprendiendo a ser mejores o simplemente disculparse por lo sucedido, se lo insulto o se lo trata de forma despectiva, no me sorprendería que me respondan esta comentario o me califiquen como “salame” o “infantil”.